Protección de datos y menores

Ilustración de un candado cerrado sobre un fondo con datos en lenguaje de programación

Protección de datos y menores

Proteger la privacidad de nuestros menores en la actualidad parece más difícil que nunca. Pero a pesar de la sobre-exposición reinante no todo está perdido. Educar desde su infancia en la importancia de proteger sus datos y su intimidad evitará que se expongan a los riesgos existentes en Internet. Los adultos somos cada vez más conscientes de la importancia que tienen los datos en el contexto actual; es momento de hablar con ell@s y de darles razones y herramientas para que protejan su privacidad.  

Día Europeo de la Protección de Datos

Hoy, 28 de enero, es el Día Europeo de la Protección de Datos. Como ya sabrás, diferentes organismos internacionales se encargan de señalar determinadas fechas en el calendario para conmemorar o sensibilizar sobre temas de gran interés para la sociedad. La privacidad de los datos personales es sin duda un tema de gran interés en la actualidad debido al gran volumen de datos, de diferente naturaleza y procedentes de múltiples fuentes, y que se producen de forma continua y a gran velocidad a través de los medios electrónicos.

La UE en el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) establece mecanismos de protección, control y atención para reforzar y unificar la protección de datos de todos sus ciudadanos. Además, es un derecho fundamental de la Constitución española y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales nos protege.

Si hablamos de menores y de derechos digitales en esta ley hay un artículo que nos concierne especialmente a las familias:

Art. 84–1: Los padres, madres, tutores, curadores o representantes legales procurarán que los menores de edad hagan uso equilibrado y responsable de los dispositivos digitales y de los servicios de la sociedad de la información a fin de garantizar el adecuado desarrollo de su personalidad y preservar su dignidad y sus derechos fundamentales.

La LOPD considera a los menores de edad el sector más vulnerable y exige más rigor en el consentimiento para el tratamiento de sus datos. Este consentimiento, en los menores de 14 años, debemos darlo sus padres o tutores, y por lo tanto debemos supervisar su actividad en Internet y evitar que sean ellos los que acepten la casilla alegremente, sin valorar las consecuencias. Asegurarnos de la correcta configuración de su privacidad en redes sociales y aplicaciones posibilitará la protección de sus datos y que no estén expuestos a otros peligros.

Hablar en familia sobre la importancia de la privacidad


Niña en su pupitre escolar con una tablet

Tenemos la responsabilidad de ocuparnos de que hagan un buen uso de Internet protegiendo su privacidad para no exponerse a riesgos en la red. Porque existe una ley de protección de datos que nos obliga a cuidar su privacidad en Internet. Porque los queremos y nos preocupamos por nuestros hijos. Para ello tenemos que hablar con ellos sobre cómo la información personal que generan, comparten y publican puede ser usada por terceros de forma maliciosa y acarrearles consecuencias negativas.

Hoy los niños y niñas empiezan a utilizar dispositivos con acceso a internet desde muy pequeños. Es conveniente que sean conscientes de que han de ser muy cuidadosos con la información que comparten y con los datos que ceden en webs que visitan y en aplicaciones que se descargan.

Fuente: INE.
Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares Año 2019.

No toda la información que comparten, o compartimos (los mayores también lo hacemos), se hace de manera consciente. Por eso es tan importante mantener conversaciones familiares que favorezcan la reflexión acerca de nuestros hábitos de navegación y publicación de datos.

Educar en la privacidad y la intimidad

La privacidad es el ámbito de la vida personal que tenemos derecho a proteger de cualquier intromisión. Los jóvenes sí cuidan su privacidad. No dudan en eliminar o bloquear en redes sociales a sus familiares, por ejemplo. En cambio, a sus «amigos» les pueden dar datos de lo que hacen casi en tiempo real. El problema es que tienen una falsa seguridad respecto a que su información pública en Internet no les provocará consecuencias negativas. Hay que tener en cuenta que, por su juventud, no tienen desarrollado el pensamiento consecuencial y por lo tanto les cuesta pensar en términos de futuro.

Para ayudarles a gestionar su privacidad hemos de proporcionarles recursos para que sean capaces de diferenciar qué parte de sus vidas puede ser pública y qué debe permanecer en el ámbito de su intimidad. Cuando un menor utiliza Internet, y como hemos visto lo hace más del 85% de ellos desde los 10 años, ofrece gran cantidad de información sensible sobre sí mismo (datos personales, imágenes, registros, noticias, comentarios…) y es, desde ese momento, cuando se inicia la construcción de su imagen en la Red, su identidad digital.

Esa descripción de cada persona es la que se encuentran los demás en la red y a partir de la que se crean su opinión sobre nosotros; la reputación digital. De que esta imagen en Internet sea positiva o negativa pueden depender muchos aspectos, tanto en su desarrollo personal y social, como en el profesional.

Internet no olvida

Un tema clave en el que debemos insistir es que «lo que hay en Internet se queda en Internet», e Internet es público. La protección de sus datos en el entorno virtual puede ser muy importante para que su pasado digital no les persiga en el futuro.

.D.: A medida que iba escribiendo este artículo me iba dando cuenta de que quedaría incompleto si no profundizaba en los aspectos concretos de privacidad que suelen obviar nuestros hijos e hijas en su actividad en Internet. Os emplazo a un próximo artículo con los puntos clave que conviene tratemos en nuestra conversación familiar.

Actualización 06.02.20 – Claves para que mantengan a salvo su privacidad


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