Mejorar hábitos digitales gracias al confinamiento

hábitos digitales confinamiento

Mejorar hábitos digitales gracias al confinamiento

Desde que se iniciara el confinamiento padres y madres buscamos ideas para que nuestros hijos e hijas lleven esto con la mayor “normalidad” que puedan y crear o mejorar hábitos, analógicos y digitales, adecuados. Ideas para que ocupen su tiempo de manera sana, para que se entretengan, para que no descuiden sus estudios, para que no abusen del uso de los dispositivos… Médicos y psicólogos nos avisan de la importancia de mantener rutinas para diferenciar los tiempos de ocio y de trabajo y no caer en la tentación de dejarnos llevar por la desgana que, inevitablemente, acaba ocasionando un gran desgaste emocional, tanto en niñ@s como en adultos.

Tecnología contra el coronavirus

De repente, y gracias a la tecnología, nos llegaron multitud de propuestas por whatsapp, por Instagram, por twitter… para hacer que nuestras vidas sigan, y sigan bien. Aplicaciones para que conversemos con los nuestros, herramientas educativas,  juegos didácticos para l@s pequeñ@s, plataformas para seguir con el colegio, recursos para teletrabajar de forma segura…

¿Cómo estamos usando la tecnología los adultos?

De la noche a la mañana los adultos, hasta los más agnósticos de la tecnología, nos valemos de ella para informarnos sobre el coronavirus, para aprender sobre cómo prevenirlo y para saber las consecuencias que está produciendo esta pandemia a nivel mundial. También usamos la tecnología para reírnos de los videos y memes que van surgiendo de las muchas situaciones rocambolescas de una realidad para la que no estábamos preparados. Y usamos la tecnología para conocer a gente maravillosa que aporta su granito o “granazo” de arena para ayudar o para mitigar el dolor de otros.

Tecnología para comunicarnos, para practicar ejercicio, para hacer un curso de inglés, para leer o para ver series y hasta para aprender a tejer…  es decir, nos aprovechamos de los medios que tenemos a nuestro alcance en casa para encontrarnos, en la medida de lo que nos permite el dichoso Covid-19, lo más cómodos posible.

¿Y nuestr@s hij@s? ¿Cómo están usando las tecnologías?

Seguramente mejor de lo que nos imaginábamos cuando empezó todo esto, ¿no es así? Madres y padres cercanos me manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que el tiempo de confinamiento se convirtiera en tiempo para el uso de aparatos casi en exclusiva. Tiempo de móviles, de videoconsolas y de portátiles. Sin embargo, desde hace tres semanas que se iniciara el confinamiento, la mayoría me decís que están haciendo un uso más que razonable, máxime teniendo en cuenta las circunstancias de encierro y separación física de sus amig@s.

Niña escuchando música a través de su móvil con auriculares. No se le ve el rostro.

El otro día el neuropsicólogo Álvaro Bilbao hablaba en su Facebook de la lección de calma y gran comportamiento que los niños nos estaban dando en este período, a pesar de que tenerlos recluidos en casa a priori parecía iba a ser uno de los grandes problemas. Algo parecido ha pasado con el uso de la tecnología por parte de los menores. Cuando para muchas familias el tema de los videojuegos, el móvil o la tablet, se suponía iba a convertirse en una lucha diaria, resulta que niños y adolescentes están respondiendo con un gran sentido común.

Adultos conscientes, responsables y comunicativos = Hij@s adolescentes IDEM

No solo están haciendo un uso razonable sino que además están haciendo, con la tecnología, muchas más cosas que seguir a ese youtuber o hacer postureo en Instagram. Están, y estamos, descubriendo las muchas ventajas que nos ofrece el mundo digital.

¿No creéis que esto tiene que ver con cómo estamos usando nosotros la tecnología? ¿Con cómo estamos hablando con ell@s sobre tecnología y sobre todo lo demás? Tenemos más tiempo, estamos preocupados y sensibilizados. Dedicamos tiempo a reflexionar cómo adaptarnos a esta situación. Nos comunicamos más, y lo que es más importante, mejor. Damos más importancia a lo que es más importante. Juzgamos menos, empatizamos más. Aprendemos y lo hacemos juntos, en familia.

Mejorar o cambiar hábitos digitales o analógicos

¿Sabéis cuánto tiempo dicen psicólogos y coachers que hace falta para moldear un hábito? 21 días. 21 días son los que dura el biorritmo emocional. Hoy hace 21 días de confinamiento. Y al igual que creo que 21 días, ni muchos más, no van a ser suficientes para que nos habituemos al encierro (somos animales de calle y ojalá no nos acostumbremos nunca), tal vez sí podamos sacarle algo bueno a esto.

Somos más conscientes de la realidad, más humanos y más sensibles. Aprovechemos esta toma de contacto con nosotros mismos y con los nuestros para cambiar o mejorar hábitos digitales o analógicos, propios o de nuestros hij@s. Tiempo tenemos y motivación también así que…

Padre/madre: Aprovecha el confinamiento y…

  • Averigua por qué le gusta esa red social, ese videojuego, esa aplicación
  • Pregúntale si sabe cómo comportarse en el entorno on-line, si sabe qué es la Netiqueta.
  • Interésate sobre youtubers, instagramers, y tiktokers a l@s que sigue ¿por qué le gustan? Es el momento de conocerlos, ponte las gafas de la empatía (ahora eres tu hijo/a) y descubre cómo también se encargan de divulgar el #yomequedoencasa Tal vez conociendo un poco más, entendamos un poco mejor.
  • Habla sobre las fake news que circulan, rétale a que descubra todos los que circulan acerca del coronavirus
  • Conversa sobre autoconcepto, sobre autoestima, sobre vuestros valores familiares, sobre asertividad y la importancia de ser genuino frente a la presión del grupo
  • Después de tantos días, ya sabes que sus aficiones on-line pueden tener extensión offline. Motívale para que aprenda a redactar buenos post, a que tenga su propio criterio de diseño, a hacer fotos especiales con su móvil, a realizar tutoriales, o a grabar podcast…  
chico de espaldas a la cámara y de frente a un ordenador con un programa de producción de video abierto y unos auriculares puestos.

Si eres padre o madre de adolescente/s ya sabes lo difícil que a veces resulta hablar con él o con ella. Estos días de convivencia extrema, aunque difíciles en muchos sentidos, también son una oportunidad. Has comprobado que su relación con los dispositivos no es tan dependiente o tan negativa o tan tan… como tú creías que era. Si hasta ahora eras de l@s que demonizaba la tecnología, estoy convencida de que hoy ya no es así. No sabemos cuánto más va a durar esto así que no lo dejes pasar; tienes tiempo para establecer un nuevo vínculo con tus hij@s basado en algo que a ell@s les encanta, lo digital.

2 Comments
  • Alejandra
    Posted at 12:06h, 07 abril Responder

    Hola !!!!
    Esta situación además de surrealista y preocupante nos está ayudando a conocernos más no solo a nosotros mismos sino también a nuestra familia…cónyuge, hijos …aquellos con los que nos toca convivir hemos dado el paso de humanizarnos, de hablar, compartir tareas tan sencillas como pensar menús….
    La tecnología es importante en nuestras vidas, y nos sirve para trabajar, estudiar, entretenernos…pero lo más importante es ese abrazo que ahora no podemos dar, esa conversación con un abuelo o una tía…creo vamos a salir todos más humanos !!!

  • Sonia Ledesma
    Posted at 12:47h, 07 abril Responder

    Hola Alejandra, muchas gracias por tu reflexión. Qué razón tienes!! Con este parón nos estamos reconociendo otra vez, a nosotros mismos y a los nuestros, Como dices, yo también creo que ahora somos más «personas», solo espero que cuando volvamos a la normalidad y a las prisas no perdamos esto que estamos construyendo. Un abrazo.

Post A Comment