07 May Estudiar sin distracciones (sin dispositivos)
¿De dónde crees que les llegan a tus hij@s las mayores distracciones al estudiar? Sí, de los dispositivos en general, y del móvil en particular. Hay estudios que indican que la mera presencia de estos dispositivos reduce la capacidad cognitiva disponible y, aunque nos afecta a todos los usuarios, la incidencia es mayor en aquellos que tienen mayor dependencia, es decir, en los más jóvenes.
Ya no les queda nada. Estudiantes, pequeños y mayores, dan el último empujón a un curso que empezó con muchas incógnitas sobre cómo lo llevarían a cabo y que, aún en la mejor de las situaciones posibles, ha sido, no solo diferente, sino también difícil, sobre todo en lo referido a sus relaciones personales por las limitaciones existentes.
Yo no me canso de ensalzar el comportamiento de nuestr@s niñ@s y de la inmensa mayoría de nuestr@s jóvenes. Mi responsabilidad, fundamentada en parte por la edad, es la que frena mis deseos de sublevarme casi a diario ante tanta norma (necesaria o no, ahí no entro), así que si empatizamos, aunque sea un poquito, con ell@s debemos reconocerles la fortaleza y, sobre todo, la paciencia que están demostrando.
¿Tienen que estudiar? Móviles fuera.
¿Desde que empezó la pandemia hacen más uso de los dispositivos (móvil, play, tablet…) de lo que te gustaría? Seguramente, todos lo hacemos. Y seguramente tenemos que ir modificando hábitos para, ahora que se acaba el estado de alarma y tendremos más posibilidades de ocio, aprovechar nuestro tiempo disfrutando de experiencias cara a cara, con amigos y familia, infinitamente más ricas que las virtuales.
Ya rozamos el verano y toca un último sprint para acabar el curso. Tienen que estudiar y es importante que podamos hablar con ell@s sobre cómo lo están haciendo y si conviene realicen algún cambio. Los estímulos del móvil o de la tablet provocan interferencias en su cerebro tanto en la comprensión como en la memorización de contenidos.
Ya sabes que yo soy fiel defensora de la tecnología por sus múltiples utilidades pero estos cacharritos también pueden ser grandes distractores que roban el tiempo y la concentración. Así que hoy vengo con alguna idea con la que les puedes ayudar a focalizar su atención en lo que les toca ahora: estudiar.
¿Por qué el móvil es un gran distractor a la hora de estudiar?
Porque para much@s estudiar es aburrido y, si seguir el vuelo de una mosca puede llegar a ser entretenido dependiendo del tema o la asignatura, un móvil es un Eurodisney de bolsillo. Una alerta que indica que ha llegado un whatsapp, un “me gusta” en Instagram, el aviso de una nueva actualización de su youtuber favorito… cada notificación es un “Hola, estoy aquí. Te estás aburriendo y yo tengo algo más divertido que ofrecerte”.
Y no digo que solo los dispositivos sean los culpables de las distracciones. Ni voy a echarles la culpa del fracaso escolar actual cuando éste ha existido mucho antes que la tecnología, ¿no? y además en España siempre estamos ocupando los indecorosos puestos a la cabeza de Europa. Son muchas las circunstancias externas o internas que pueden provocar pérdidas de concentración pero la hiperconectividad hoy es permanente y no siempre es fácil desconectarse, no lo es para los adultos y por supuesto tampoco lo es para los más jóvenes.
Los móviles, como ordenadores, tablets o videojuegos, son estímulos cotidianos en nuestras vidas a los que el cerebro les presta atención, consciente o inconscientemente, siempre que estén a nuestro alcance. Su mera accesibilidad puede provocar un desvío de la atención y un menor rendimiento en el estudio. Teniendo en cuenta ésto la solución parece clara, ¿verdad? Los dispositivos a la hora de estudiar, mejor lejos.
Ahora bien, ¿qué hacemos? ¿guardamos todos los aparatos bajo llave hasta que acabe la evaluación? ¿O mejor desde septiembre a junio? ¿O mejor desde que nacen hasta los 20 años? Puede ser una opción y tal vez resulte, ya me diréis si la probáis 🙂
Yo te propongo hablar con ell@s sobre todo esto. Y lo podemos hacer desde que son pequeños y empiezan con sus primeras tareas, educando en técnicas de estudio para que aprendan a optimizar su tiempo de trabajo y así también puedan disfrutar de un tiempo diferenciado para su ocio, puede que con un balón o tal vez con un dispositivo electrónico.
¿Qué papel jugamos madres y padres?
Cuando los resultados académicos que obtienen nuestr@s hij@s no son los que esperan tras el esfuerzo y tiempo dedicado suele ser por la falta de técnicas de aprendizaje efectivas. Es fundamental que les ayudemos a adquirir las estrategias adecuadas y ejercer una mediación parental en el uso adecuado de los dispositivos. Desde que empiezan en el colegio les podemos ayudar a que se acostumbren a hacer su tarea a la misma hora, a que repasen la agenda, a no tener la televisión puesta, ni el videojuego o la tablet en la mesa donde están trabajando… Así irán adquiriendo hábitos de estudio beneficiosos que muy probablemente mantendrán en el futuro.
Y cuando son capaces de organizarse de forma autónoma, pero ya están metidos en la ruleta de la hiperconectividad de la que hemos hablado antes, es importante que nos preguntemos cómo estudian: si tienen un sistema, si lo hacen en un lugar adecuado y con un horario, si evitan las distracciones y cómo lo hacen…
Tal vez ya silencian el móvil, lo apagan o lo dejan fuera de la habitación donde estudian; puede que ya se planifiquen en función de las fechas de entrega de trabajos y de exámenes; es posible que cumplan un horario con tiempos de estudio y tiempos de descanso…
Si no es así te recomiendo mantener una conversación al respecto para ayudarles a planificarse y a superar esta fase final del curso. Además, cuando les animamos a compartir su plan con nosotr@s (ojo, son ell@s quienes se han de implicar con su organización y fijar de antemano sus descansos y su rato de móvil o de cualquier otra actividad) les demostramos nuestro interés proporcionándoles otro estímulo para consolidar su compromiso.
Técnicas y recursos para estudiar
Hay muchas técnicas de estudio que pueden ayudarles a mejorar su aprendizaje y focalizar su atención en el estudio. También podemos encontrar infinidad de recursos en Internet: vídeos para hacer buenos resúmenes, diversidad de aplicaciones de diferente utilidad como Mindmeister, para hacer mapas mentales, o Freedom, para crear calendarios con restricciones de acceso a aplicaciones y páginas web, documentación para controlar la ansiedad en época de exámenes…
No todas las estrategias que hay en la red son válidas para todo el mundo, de hecho no creo que exista un método perfecto. Sí considero que es fundamental la organización del material de trabajo, establecer tiempos de trabajo y de descanso, y claro, un poco de voluntad por su parte.
Técnica Pomodoro
Una de las técnicas de productividad más usadas por trabajadores y universitarios es la “técnica pomodoro” y es muy recomendable también para los estudiantes más jóvenes e hiperconectados.
Se trata de un método muy sencillo que consiste en fraccionar tareas grandes en períodos de 25 minutos a los que el italiano que lo ideó llamó “pomodoros” (por el popular cronómetro con forma de «tomate» que se usa en cocina). Tras un pomodoro, se sucede un descanso de 5 minutos. En esa pausa es recomendable estirar las piernas, caminar, mirar por la ventana para descansar los ojos, beber agua, ir al baño… pero no hacer uso de ningún dispositivo. Pasados los 5 minutos, se cronometra otra sesión de otros 25 minutos más. Una vez que haya completado cuatro pomodoros, se realiza un descanso más largo, de unos 20 minutos. Es en este descanso cuando podría realizar alguna consulta en su ordenador, móvil o tablet, dejando tiempo suficiente para descansar antes del siguiente ciclo.
Son muchas las ventajas de esta técnica:
- Los períodos en los que se requiere concentración son breves (muy llevaderos para niños y adolescentes) y tras cada período hay una pequeña recompensa, un descanso.
- Ayuda a aumentar su conciencia del uso del tiempo y su responsabilidad en la toma de decisiones.
- Es un método motivador porque en cada pomodoro se logran objetivos (tarea hecha/parte de estudio realizado), por lo tanto la tarea que les queda por hacer es más pequeña.
- Tras una ronda tienen recompensa extra (consulta del dispositivo) que les permite aliviar su ansiedad.
- Les ayuda a poner el foco en cada tarea, mejorar la concentración y reducir las interrupciones.
Aplicaciones que ayudan a estudiar
Curiosamente a pesar de que, como hemos visto, la tecnología puede ser una distracción también puede ayudarles a desconectar del móvil y a mantener la concentración que necesitan en esta fase final del curso.
Una aplicación que les he propuesto a mis hijas para organizar sus tiempos en la gestión de tareas es Focus To-Do. Yo la uso y aunque se basa en la técnica Pomodoro es más flexible ya que permite ajustar el tiempo durante el que queremos trabajar (25 minutos son sesiones muy breves para mí).
Además, me parece una muy buena herramienta para que aprendan a calendarizar y gestionar sus de tareas, aunque como os digo, seguro que hay muchas otras y también muy útiles. Si conocéis alguna, no dejéis de compartirla conmigo por favor.
Fin de curso. Nervios. Deshacerse de todas las distracciones para dedicar tiempo al estudio. No es nada fácil desconectar de los dispositivos: requiere intención, práctica y compromiso. Y nosotr@s les podemos ayudar.
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