¿Qué edad es la recomendable para tener su primer móvil?

¿Qué edad es la recomendable para tener su primer móvil?

He dicho ¿edad recomendable para tener su primer móvil? Error. Realmente quería decir su primer smartphone y no móvil, porque cuando nuestros hijos piden su primer móvil, en realidad no están pensando en poder hacer llamadas, que es para lo que se crearon los teléfonos móviles. Con un smartphone, puede conectarse a internet, crear y gestionar redes sociales, bajarse aplicaciones, tener juegos, películas, música… Es decir, un móvil hoy en día, es una herramienta repleta de posibilidades, y también de distracciones, de peligros y de implicaciones.

Con esta diferenciación entre móvil y smartphone quiero hacer una reflexión acerca de si tal vez debamos preguntarnos por la edad concreta en la que sí o sí mi hija podrá tener su ansiado aparato, o más bien valorar en qué momento evolutivo está, qué necesidades tiene que cubrir y por lo tanto qué uso va a hacer del smartphone, su grado de madurez, sus aficiones, su responsabilidad ante los límites de uso…

Sí Sonia, entendido, pero…

¿Hasta qué edad debe esperar para tener móvil? O lo que es lo mismo, ¿hasta cuándo voy a ser capaz de aguantar yo sin comprárselo?

Hay que reconocer que cuando el tema de la compra/regalo del primer smartphone irrumpe en una familia, ya no se va hasta que llega ÉL. En mi casa, el argumentario de venta que exponía mi hija nº 1, era tan válido y coherente, que después de semanas de campaña, yo solo le veía ventajas. Menos mal que después de mí, tenía que pasar el filtro del padre, con el que también practicaba sus locuaces explicaciones. Destacaba sobre todo la importancia de estar localizada siempre, “pero siempre-siempre papá”, pero él le desmontaba de un plumazo con un simple “no hace falta cariño, ya nos dirás dónde vas antes de irte”.

Yo creo que lo ideal es que el móvil no sea un regalo de cumpleaños, navideño o un premio de notas. Tal vez considerarlo un préstamo es una buena forma de comunicarle lo que esperamos con la “transacción”. Pero… Nosotros se lo regalamos por navidad 🙂

La frase “todas mis amigas ya tienen” es recurrente pero soy de la opinión que las presiones, bien por parte del niño o de la sociedad, tampoco deberían influir en la toma de decisión de compra de su primer móvil. Somos los padres los que tenemos que saber si debe esperar o no. Nosotros se lo pedimos a los reyes, después de que Papá Noel se lo dejara a sus “4 mejores amigas” 🙂

Entonces…

¿Cuándo es el momento para dejarle tener su propio móvil?

Según la última encuesta del INE sobre Equipamiento y uso de las tecnologías de información y comunicación en los hogares españoles, realizada en 2018, sigue aumentando el número de niños que cada vez tienen su primer teléfono antes. A partir de los 10 años, algo más de un 25% de los niños ya cuentan con móvil (más de un 85% hacen uso de ordenador y de internet en su casa). Esta cifra sube significativamente cuando cumplen los 12 años, siendo tres de cada cuatro los niños que disponen de un dispositivo móvil propio.

Cierto es que coincide con el paso de la educación primaria a la secundaria, que su vida social comienza a ser más prolífica y las necesidades de relación con sus iguales, en principio, también son mayores. En cualquier caso, estas cifras no deben ser más que una estimación general del uso que hacen los menores en España (también hay variaciones entre comunidades y entre ciudades grandes o localidades más pequeñas), y no nos tienen que condicionar al tomar la decisión de si nuestro hijo ha de tener móvil propio.

¿Por qué ya no le vale la tablet o mi smartphone?

Llegó el momento. Hemos valorado su madurez, su responsabilidad, su vida social, sus necesidades de relación y de autonomía… y creemos que es el momento de que tenga su propio smartphone. Es el momento de hablar con él/ella y sentar las bases del contrato que va a hacer posible que tenga su ansiado móvil, eso sí, siempre que haga un uso responsable y positivo de la tecnología que estamos poniendo a su alcance.

Hay muchos modelos de contrato que encontrarás en diferentes páginas y que pueden servirte de inspiración o de guión. Este es el de Is4kids.

Mi consejo es crear uno personalizado según lo que vayamos recogiendo en esa conversación familiar previa acerca de sus necesidades, comportamientos, compromisos… Creo que es muy importante como padres hacer un ejercicio de empatía para con nuestros hijos. Poniéndonos en su lugar comprenderemos no solo su forma de pensar sino también los sentimientos que les mueven a llevar ciertas conductas.

Es el momento de negociar tiempos de uso, condiciones para crear perfiles de redes sociales, revisiones parentales periódicas, momentos de desconexión, descargas de apps o juegos, conexión con datos o vía wifi… y plasmarlo en un documento, redactado  conjuntamente, para que en todo momento nuestro hijo se sienta involucrado en este “echar a volar” digital y su nivel de compromiso sea mayor. Te dejo la entrada al contrato con mi hija nº1 , aunque te aviso de que tal vez te resulte un tanto extenso, tener en casa un abogado especialista en contratos supone no dejar ni un fleco suelto 😉

El primer punto tal vez sea el más importante:

“El móvil es nuestro, te regalamos el terminal y te pagamos la conexión, siempre que se cumplan las condiciones establecidas en este contrato”

El cómo y cuándo de las normas que se describan en el contrato así como las consecuencias de su incumplimiento dependerá del grado de acompañamiento digital que se haya hecho al niño hasta el momento.  

No hay que olvidar que muchas de estas normas, que quedarán reflejadas en este contrato para un uso responsable del mismo, no dejan de ser reglas de comportamiento ciudadano que los niños ya tienen interiorizadas en su día a día real. Sólo tienen que extrapolarlo al mundo digital.

Si les hemos dicho hasta el aburrimiento que no se insulta o que tienen que tratar bien a los demás, no será difícil que nuestro hijo entienda que en la red se actúe igual, y por lo tanto hay que mantener unas normas cívicas adaptadas al entorno digital. Nuestra labor como padres no empieza cuando le entregamos su primer móvil, ¿no? Yo creo que no tenemos que volvernos locos; sigamos trabajando en su educación, independientemente del soporte.

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