26 Feb Peligros de jugar, sin control, a Fortnite
Antes de nada, del titular Peligros de jugar, sin control, a Fortnite, quiero destacar las palabras SIN CONTROL porque no quiero caer en titulares alarmistas, ya contamos con demasiados.
El éxito del videojuego Fortnite (el videojuego que tiene cautivados y cautivos a niños y adolescentes) ha sido tal que muchos niños y adolescentes se han sumado a él y se ha convertido en su diversión preferida. Dedicarle muchas, muchísimas, horas de juego implica quitar tiempo a realizar otras actividades lúdicas y puede que hasta a tareas obligatorias. En este artículo trato algunos de los peligros de jugar Fortnite, sin control.
Más que preocuparse, ocuparse de Fortnite
La preocupación de los padres ante el protagonismo que sus hijos le dan a este videojuego ha ido en aumento. Son muchas madres las que me preguntan qué hacer ante ciertas situaciones de enfrentamiento que se producen cuando le dicen al niño que deje de jugar.
En mi casa Fortnite no ha entrado. Miento; a mis hijas, no les ha dado por ahí (todavía) pero sí ha entrado. Confieso: “yo he jugado”, no puedo hablar de un videojuego sin haber echado unas partiditas claro :). Y lo cierto es que me ha gustado, y mucho, pero a mis hijas siempre les negaré que he metido a la “bicha” en casa. Fuera de bromas, creo que a mi hija nº 1 le podría gustar, y aunque no me importaría que jugara, por todos los beneficios que considero le podría aportar jugar a un videojuego de acción, en este momento creo que es mejor centrarnos en otros frentes digitales que tenemos abiertos.
Gestionar sin demonizar
Considero que la forma para afrontar el creciente uso que puede estar teniendo un niño o adolescente de un videojuego no debería ser su demonización, sino más bien todo lo contrario. Pero sí creo fundamental que los padres sepamos qué riesgos o peligros puede acarrear Fortnite. Ser conscientes de que no siempre es un juego inofensivo para así ofrecer herramientas de gestión de esos peligros a nuestros hijos.
Comunicarnos con ellos, saber cómo juegan, cuánto juegan y con quién, por qué les gusta, si ven jugadas en Youtube, o siguen a jugadores profesionales en redes sociales… En definitiva, interesándonos por cómo participan nuestros hijos en el juego, podremos saber sus motivaciones y el grado de implicación que tienen con él.
Adicción a Fornite
Son muchos los titulares alarmantes sobre la adicción a los videojuegos y es uno de los peligros de jugar a Fortnite que más preocupa a los padres. Fortnite es sin duda adictivo, está creado para enganchar y tiene muchos atributos para conseguirlo.
Ahora bien, la adicción a los videojuegos como enfermedad mental, tal y como la OMS la reconoce en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11) que previsiblemente entrará en vigor el 1 de enero de 2022, es mucho más. Supone un desorden comportamental muy concreto y persistente (al menos durante 12 meses) que no tiene por qué corresponder con la conducta a la que coloquialmente nos referimos. De hecho hay mucha controversia al respecto ya que algunos expertos desde la comunidad médica y científica cuestionan la evidencia para su inclusión en esa clasificación.
Guiarles para su autoregulación
Sea como fuere, niños y adolescentes tienen dificultades para autoregularse. Nosotros, como padres, debemos estar pendientes de los aspectos que rigen el comportamiento de nuestro hijo ante los videojuegos y, tenga o no un patrón de comportamiento, darle herramientas para su gestión.
En mi opinión, es importante saber el control que tiene el niño sobre el video juego y esto incluye valorar intensidad, frecuencia y duración que dedica a Fortnite. También la dificultad que puede tener a la finalización del juego. Luchar contra el “espera” de un hijo, el “dame cinco minutos” o “sólo una partida más por favor” no sé a ti pero a mí me supone un gran desgaste materno-mental, así que si estas frases son recurrentes, tal vez sea el momento de: limitar unos tiempos de uso, normas, contrato… y mantenerse firme en el cumplimiento.
Límites claros
Yo creo que siempre que el niño tenga claro los límites y los cumpla, que no priorice Fortnite a un partido de futbol físico, a un cine con amigos, o a una pizza con los primos… y posponga sus deberes, con el consiguiente descenso en su rendimiento escolar, podremos pensar que está dentro de los estándares, y simple y llanamente: hoy le flipa jugar a Fortnite, mañana el flipe se lo proporcionará otro hobby.
La revolución digital ha hecho posible el acceso a los videojuegos desde casi cualquier sitio gracias a consolas, ordenadores o incluso, como el caso del Fornite, a los móviles.
Yo fui a la EGB, los videojuegos estaban en máquinas recreativas, y las máquinas recreativas en los llamados Salones Recreativos.
Las tardes de los sábados, mis amigas y yo íbamos a un sitio llamado La Ratonera, no ostentaba la categoría de Salón. Es más, haciendo honor a su nombre, dudo que cumpliera con la normativa de seguridad pertinente. Ninguna madre de las allí presentes creo que fuera consciente del nivel de “adicción” que había en las criaturas. Yo solo sé que con las monedas de 5 duros (25 pesetas, 15 céntimos para los Millenials) que invertí en el Tetris de aquella época hoy podría comprar XboxesOnes para todo mi portal. Recuerdo que me dormía, soñaba y me despertaba colocando piezas en mi cabeza 😮
Violencia. ¿Es Fortnite un juego violento que incita a la violencia?
Otro de los peligros de jugar a Fortnite que preocupa a las familias es la violencia que pueda generar al niño o adolescente. Fortnite es un juego de matar. El objetivo es claro: cargarse a todos los demás jugadores para quedar el último y ganar la partida. Que cada familia interprete si esto es violento o no. La diferencia sustancial respecto a otros juegos de acción, como Call of Duty o Grand Theft Auto (para mayores de 18 años), es que en este videojuego no hay sangre ni vuelan miembros ni vísceras cuando se produce una explosión.
Los expertos dicen sobre el tema…
El psicólogo estadounidense Leonard Sax, experto en salud mental de jóvenes, cree que jugar a Fortnite es particularmente negativo, y otros muchos expertos como Karger o Anderson coinciden en que los videojuegos no son más que uno de los muchos elementos externos violentos que un niño puede encontrarse en su día a día (películas, noticias, padres en un partido de fútbol…) y por lo tanto si su comportamiento es agresivo habría que analizar individualmente a qué estímulos (u otras causas) pueda deberse.
Mi opinión se enmarca en el sentido común, así que independientemente de lo que leamos, que siempre viene bien estar informado, creo que cada uno debe valorar cómo es el comportamiento de su hijo con relación al videojuego y así tomar las medidas acordes con la situación que está viviendo. Disparar munición imaginaria o lanzar desatascadores de váter para matar a seres cuyas cabezas son peceras puede, no seré yo la que lo niegue, que provoque comportamientos violentos, pero en la vida real he presenciado auténticas batallas campales físicas entre playmobils con mucha más agresividad.
Para valorar la violencia como uno de los peligros de jugar Fortnite, vuelvo a apelar a la nostalgia de muchos, recordando las máquinas Arcade con los éxitos del momento. The House of the Dead, a limpio pistolazo entre zombis y otros seres, o Street Fighter y Mortal Kombat, con los que descubrimos la palabra gore. Cierto es que las chicas éramos más del Super Pang.
¿Jugar mucho a Fornite favorece el aislamiento?
Otro de las preocupaciones de los padres respecto al Fortnite, u otros videojuegos online, es que el niño o adolescente se cree un mundo paralelo de relaciones virtuales con el que cubra su necesidad de relación. Esto en algunos casos puede provocar que cada vez tenga menos interés en mantener relaciones personales cara a cara. Los expertos dicen que este tipo de riesgos pueden estar asociados al mundo de los videojuegos y al de internet en general, pero si realmente existen síntomas graves de reclusión y soledad habría que valorar otros factores personales, familiares y sociales de los que se derive ese comportamiento antisocial. Por mucho que los padres creamos que nuestro hijo juega más de lo debería, no es habitual que en España se reproduzcan este tipo de patrones característicos de otras culturas como la nipona. Este link de Psicología y Mente lo describe.
En Fortnite, ¿pueden establecer contacto con desconocidos?
La respuesta es sí. Uno de los atractivos de este tipo de juegos es que se puede jugar en línea, con amigos, conocidos, primos y familiares y también con desconocidos. Y jugar no es problema, pero si el chat de voz o de texto está activo (puedes desconectarlo en configuración) también escuchará todas las conversaciones entre usuarios, sin ningún tipo de moderador. También es importante que tengamos esto en cuenta si nuestros hijos están en Twitch (red social de videojuegos) o siguen transmisiones en vivo de otros jugadores. Es un juego de “matar” y el lenguaje tal vez no sea el más adecuado dependiendo de la edad de nuestro jugador.
Estafas en Fortnite
Como seguro ya sabes a estas alturas, la descarga Fortnite Battle Royale es gratuita. En cambio para adquirir artículos, armas, accesorios… necesitas de V-Bucks, la moneda de Fortnite, y ésta se puede comprar con dinero de verdad. Es decir, los jugadores siempre quieren conseguir V-Bucks. Este es otro de los peligros de jugar Fortnite. Hay numerosas estafas en internet que se suelen difundir por redes sociales como ofertas verdaderas, por lo que es importante que hables con tus hijos sobre ello, que consulten contigo antes de rellenar formularios con información privada y que solo gasten dinero real en plataformas oficiales: la app de Fortnite, y las webs de PlayStation, Xbox y Epic Games.
Para finalizar quiero insistir en que no hay claves para la educación de nuestros hijos, tampoco en el mundo digital 🙂 Nosotros somos los que tenemos que valorar como padres, en función de nuestros valores y en atención al niño, a su responsabilidad, al tipo de relación que tenga con sus iguales. Ser capaces de detectar síntomas o comportamientos inadecuados, poner límites, ofrecer o alentar alternativas atractivas para relacionarse
también en el mundo físico y sobre todo, mantener una comunicación fluida y cercana, alabando sus talentos y facilitando su autoconocimiento para que desarrolle una correcta autoestima. ¿Quién dijo que era fácil?
BeDigital sí, pero BeReal también.
Gloria Palacios Aparicio
Posted at 17:29h, 30 marzoMe gusta mucho el enfoque positivo, de no meter miedito, y a la vez realista y bien documentado y argumentado.
Me ayuda como madre mucho. Gracias.
Sonia Ledesma
Posted at 08:09h, 01 abril¡Qué bien! Me alegro mucho Gloria. Y muchas gracias por decírmelo, chute de motivación 🙂